Nueve años antes de la llegada a Machu Picchu del estadounidense Hiran Bingham , el agricultor peruano AgustÃn Lizárraga llegó primero hasta la ciudadela Inca, según el escritor cuzqueño, Américo Rivas .
En la obra, titulada «AgustÃn Lizárraga: el gran descubridor de Machu Picchu «, Rivas añade detalles inéditos a una historia ya conocida y aceptada por los especialistas, pero que aún el público general desconoce incluso en el propio Perú.
Sucede que hacer justicia a Lizárraga se ha convertido para Rivas en una cuestión personal a la que ha dedicado años de investigación, con los que ha ido llenando los huecos de una historia que, siendo natural de Santa Teresa (pueblo situado a siete kilómetros de Machu Picchu) , habÃa escuchado desde pequeño.
«Cada domingo yo iba a almorzar a la ciudadela y allà escuchaba en boca de mis abuelos la historia. Además, cerca de mi casa vivÃa una familia Lizárraga que también contaba la misma versión», recordó durante una entrevista con Efe.
Es por eso que, cuando en 2002 se cumplieron cien años de la primera visita de Lizárraga a Machu Picchu y, a pesar de los esfuerzos de ciudadanos de Cusco, las celebraciones no pasaron de unos pequeños actos casi familiares, Rivas se propuso escribir un libro que reivindicara la figura de aquel agricultor cusqueño.
Precisamente esta semana, y mientras en Cusco se realizan, con el apoyo del Gobierno central, las celebraciones del centenario de la llegada de Bingham a Machu Picchu, ha sido el momento elegido por Rivas para dar a conocer su libro.
Para ello, Rivas, quien es ingeniero de profesión, c ontó con una fuente novedosa: una larga carta escrita en 1961 por Adriel Palma, hijo de Enrique Palma , uno de los que acompañaron a Lizárraga en su primera expedición, y en la que describe con detalle la historia.
Según el autor del libro, el interés por buscar nuevas tierras de cultivo, es lo que llevó a Lizárraga a descubrir Machu Picchu , donde llegó un 14 de julio de 1902, tal y como escribió el agricultor en una de las paredes de la ciudadela, un detalle que incluso recogió Bingham, explorador y polÃtico, en sus diarios del viaje.
«Recorrieron todo el dÃa Machu Picchu, encontrando palacios y demás construcciones, aún con cerámicas en las hornacinas. Cuando bajaron y narraron lo que habÃan visto contaron que pareciera que la ciudad habÃa sido abandonada de golpe», señaló Rivas.
En ese sentido, la municipalidad de Cusco distinguirá a varios familiares de Lizárraga en un nuevo intento por reivindicar su figura; sin embargo, y según confirmó a Efe la familia, ningún descendiente del descubridor de Machu Picchu fue invitado a la ceremonia central de mañana en la ciudadela Inca. (LR)