Una renta sin contrapartidas, un salario básico de entre 900 y 1.300 euros mensuales por no hacer nada. La ciudad holandesa de Utrecht empezará tras las vacaciones escolares del verano europeo un proyecto experimental para estudiar si la renta básica universal constituye una forma de incentivar la economÃa o un lastre que fomentará la inactividad.
El debate tiene décadas –hace un año fue la gran promesa electoral de “Podemosâ€, el nuevo partido polÃtico español- pero nunca se implementó una medida asÃ. Ahora Utrecht pretende comprobar si funcionarÃa. Para los economistas liberales serÃa una forma alternativa al welfare. Para sus crÃticos, sólo servirÃa para malgastar dinero público porque sus receptores dejarÃan de buscar empleo.
Utrecht, con la ayuda de su universidad –una de las más prestigiosas del paÃs- arrancará tras las vacaciones del verano europeo entregando entre 900 y 1.300 euros mensuales –varÃa según cuántas personas vivan en el hogar- a 300 personas elegidas entre sus 311.367 habitantes. Esos entre 900 y 1.300 euros son, según el Ayuntamiento, el mÃnimo para cubrir los gastos básicos: vivienda, salud, vestido, comida y demás necesidades.
El experimento se hará por grupos. Cincuenta personas tendrán la paga completa sin tener en cuenta su condición socioeconómica. Habrá otros tres grupos, a los que sà se les impondrán ciertas condiciones. Y un último grupo la perderá si no encuentra empleo.
El Ayuntamiento considera que el miedo a que la renta básica desincentive la búsqueda de empleo está sobrevalorado y recuerda que los actuales beneficios vinculados al welfare están basados en un sistema de desconfianza, de ahà que se les quiten en parte cuando pierden el empleo, por temor a que se dediquen a vivir de esos beneficios públicos sin esforzarse en buscar empleo.
Utrecht, por el tamaño de su universidad, es una de las ciudades holandesas con una población más joven y muchos de esos jóvenes estudian a la vez que tienen empleos de pocas horas al dÃa.