Vanessa Gómez Cuevas tiene 33 años y fue expulsada este lunes del país. Es mamá de tres hijos argentinos: una de 14, un nene de 5 y un bebé de dos años. Como el más chiquito todavía es lactante, la Justicia resolvió que la mujer sea expulsada con él, a pesar de ser un ciudadano argentino.
La Ley de Migraciones, la Constitución Nacional y de la Convención sobre los Derechos del Niño contemplan la reunificación familiar por sobre todo en estos casos. A la Justicia no le importó que sus otros dos hijos, menores de edad, hayan quedado sin su madre y el chico más pequeño haya sido expulsado de su propio país.
La historia de Vanessa comienza en el 2011 cuando ingresa al país y la detienen en el ingreso a Ezeiza. Ella ya había estado en el país antes de ser detenida (su hija más grande es argentina), pero ese año fue contratada por una banda de narcotraficante como “mula” para ingresar estupefacientes al país. La mujer peruana de 33 años cumplió una condena de cuatro años de prisión en el Penal de Ezeiza de Mujeres.
En el 2014, Vanessa quedó en libertad y comenzó a rehacer su vida en el país. No sólo tuvo otros dos hijos sino que además estudió la tecnicatura en enfermería y empezó a trabajar como enfermera. En 2015, cuando pidió renovar su residencia, la Dirección Nacional de Migraciones que depende del Ministerio de Interior le informó que como tuvo una condena en el país alcanza para que el Estado comience su proceso de expulsión. En ese momento, Vanessa se acercó a la Comisión del Migrante de la Defensoría General de la Nación para que la asesoraran y defendieran ante esta situación.
Sin embargo, tiempo antes de que se llegue a una resolución, la mujer desistió de su defensa y se quedó sin abogado. El Juzgado en lo Contencioso y Administrativo Federal Nº5 a cargo de la jueza María Alejandra Biotti no le asignó una defensa oficial. Como se quedó sin defensa, la mujer no recusó la decisión de expulsara por lo que la deportación quedó firme.
Dos años después, desde la Justicia enviaron una notificación sobre la expulsión a una vivienda en la que ya no vivía. Ella nunca se enteró y desde el juzgado nunca intentaron contactarla a pesar de tener su teléfono y su correo electrónico.
El viernes pasado una patrulla fue a buscarla y se la llevaron diciéndole que se trataba de una notificación pero en realidad era el pedido de detención previo a la expulsión. Hacía poco tiempo que Vanessa había contactado a un nuevo abogado, Juan Martín Villanueva, pero como no había recibido ninguna notificación de expulsión no estaban enterados de que se había efectivizado.
“Vanessa me llama y me cuenta como puede esta situación. Que la estaban llevando por una notificación y me entero que en realidad estaba detenida en la División de Prófugos y personas desaparecidas de la PFA. Cuando voy al lugar me dicen que no saben por qué la habían mandado ahí cuando jamás habían llevado a una persona que era extranjera. Ella estaba con su hijo lactante, y en la dependencia no había agua ni luz”, explicó el abogado Villanueva a minutouno.com.
El letrado inmediatamente comenzó a realizar una serie de apelaciones, amparos y habeas corpus para frenar la orden de expulsión de Vanessa pero finalmente este lunes la deportaron junto a su hijo de dos años.
“Vulneraron todos los derechos de Vanessa, una mujer humilde, migrante, madre. Además de que también violentaron todos los derechos de sus hijos que son argentinos y dos de ellos quedaron huérfanos. A ella la llevaron a un país en el que no saben si tiene familia para quedarse. Lo más grave es que la sentencia fue apelada y no está firme, por ende nunca la deberían haber expulsado.”, explicó Villanueva.
“La separación de esta familia es inconstitucional desde donde se lo mire. La reunificación familiar está contemplada no sólo en la Ley de Migraciones sino que también en la Constitución Nacional y en la Convención de los Derechos del Niño”, agregó el letrado.
Ahora todas las fuerzas de la defensa están centradas en lograr que Vanessa vuelva al país para estar con sus hijos. Según fuentes a las que pudo acceder este portal, en el país hay al menos 150 personas extranjeras en las mismas condiciones que Vanessa que serían expulsadas en los próximos meses. (M1)
Por delincuentes como esta mujer, la credibilidad y prestigio de los peruanos honrados y correctos se ve manchada. Si cometió un delito debe pagar y hacerse cargo.. debió pensar en sus hijos y familia antes de delinquir y envenenar y malograr jóvenes inocentes.